La ciudad de buenos aires es la primera jurisdicción De argentina en sancionar una ley estableciendo el 2 de octubre como el:
DIA DE LUCHA CONTRA EL ACOSO SEXUAL CALLEJERO

Se entiende por Acoso Sexual Callejero a conductas físicas o verbales de naturaleza o connotación sexual, basadas en el género, identidad y/o orientación sexual, realizadas por una o más personas en contra de otra u otras, quienes no desean o rechazan estas conductas en tanto afectan su dignidad, sus derechos fundamentales como la libertad, integridad y libre tránsito, creando en ellas intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo en los espacios públicos y en los espacios privados de acceso público.

En este marco, la Dirección General de la Mujer realizó la primera encuesta oficial sobre la problemática en la Ciudad de Buenos Aires.

El acoso callejero comienza al mismo tiempo que las mujeres empiezan a desarrollarse, sus primeros acercamientos a la sexualidad fueron de la mano de la violencia de hombres hacia su cuerpo femenino.

VERONICA LEMI
Directora Acción Respeto:
Por una calle libre de acoso

El espacio público que ha sido desde antaño reservado al hombre y vedado a las mujeres, es el lugar donde los hombres se sienten con derecho a "apropiarse" simbólicamente de la mujer con frases que las reducen a un simple objeto de su satisfacción personal, o a objetos que son admirados.

VICTORIA DONDA
Activista de derechos
humanos, Diputada Nacional
“Camino al colegio, éramos todas niñas y adolescentes de entre 11 y 17 años. Teníamos miedo, vergüenza. Algunas amigas le respondían, otras simplemente se colocaban sus auriculares para no escuchar”.
“Yo sólo deseaba que una mañana ese hombre no estuviera allí, sabía que si lo cruzaba sus palabras nos afectarían por el resto del día”.
“Todas bajamos la cabeza y seguimos caminando, "ignorando" aquellas repulsivas palabras: vaya a ser que le contestes y todavía te agreda físicamente”.
“Perdí la cuenta de las cosas que me dijeron que me iban a hacer y la cantidad de formas de las que me lo harían”.
“Camino a la facultad, sin importar lo que vistiera, short, jogging, pollera, era inevitable escuchar sus fantasías sexuales que aún hoy recuerdo con bronca y desagrado”.
Ni importa si son dichos con respeto, ninguna persona debería recibir comentarios sobre su apariencia física en espacios públicos

Las víctimas se retraen del espacio público y cuando deciden estar en él lo experimentan de modo desigual: recorren menos espacios, lo habitan con precaución, de un modo diferente y con menos libertad que los hombres o los recorren acompañadas por ellos, hecho que genera dependencia.

El acoso sexual callejero tiene consecuencias inmediatas sobre las víctimas que van desde la humillación, la degradación, la cosificación, hasta el temor y el daño psicológico.

MARÍA RACHID
Dirigente social del área de derechos
humanos y del colectivo LGBT argentina